Veronica Morera
Salud mental no es solo acerca de la mente
"Si tengo un problema con mi mente y emociones ¿por qué necesito atender la mente + el cuerpo y+el espíritu? ¿No puedo sanar solo con herramientas cognitivas?”
Si existe una relación tormentosa con la mente, tu mente ha aprendido a llegar (y quedarse) en lugares increíblemente oscuros. Herramientas cognitivas no serán suficiente. Esto ha impactado todo tu ser, desde relaciones sociales, eje intestino-cerebro, conexión corporal, manifestación de dones (no es tan raro como se lee, luego les hablo un poco de ello).
Así que aquí expongo por qué necesitamos un enfoque integrativo y genuino en salud mental que se ocupa de la mente, intestino y espíritu como sistema interdependiente.

¿Por qué importa la mente?
Bueno, creo que estamos de acuerdo en que en ocasiones la mente se ha transformado en un mundo insoportable, oscuro o pegajoso. Sin embargo, ¿qué pasaría si pudiéramos aprender a notar nuestra mente a medida que se oscurece u obsesiona? ¿Será posible reconocer sus tendencias en el momento y usar herramientas para salir "de ahi" y entrenar para responder de manera diferente?
Mindfulness (atención plena) es la base que nos permite desarrollar esto. Mindfulness es una práctica donde uno cosecha consciencia del ahora. Estás despierto y en sintonía con tus experiencias no solo creyéndote todas las historias de la mente.
Mindfulness es ser el ojo del huracán (donde hay silencio) en vez de irte con el caos de sus vientos.
Sin mindfulness, no sabemos dónde estamos parados, sino que reaccionamos en forma de bucles y patrones repetitivos basados en trauma y redes neuronales ineficientes.
Hay mucha evidencia detrás de los beneficios de la atención plena en sanar las relaciones más oscuras con la mente. Este es un pilar que considero no-negociable.
Adicionalmente es importantísimo aprender la esencia de la mente y cómo cuidarla (versus controlarla). Ella es como una personita que no para de hablar o dibujar imágenes en tu cabeza, cerca de la zona detrás de tus ojos pareciese. Tiene su propia personalidad y depende de lo que le des de comer (información y entorno), de tu estado corporal (salud intestinal, hormonal y estructural del cerebro) y de tu bienestar espiritual (cómo va esa confianza y trabajo de ego?).
Estos son temas más profundos ya. Pero que sepas que incluye conducta, compulsiones, obsesiones, miedos, trauma, teoría polivagal, alta sensibilidad, altas capacidades (y personas superdotadas), formas de aprendizaje, emociones, identidad y relaciones interpersonales. Ademas, te querrás preguntar si tu mente ha aprendido a usar castigo o compasión como motivación para cambiar/moverte? ¿Será esto siquiera importante?

Es completamente normal y esperado que experimentes todo lo anterior, solo vamos a revisar intensidad y duración. Solo tu puedes decidir limites y cuándo tu mente necesita un poco de consentimiento, limites o cambios radicales en tu vida.
¿Por qué importa la comida (y comer en paz)?
Lo que comemos no es un evento aislado, refleja más que la simple elección de qué comer o no. Utilizando los fundamentos de la alimentación consciente (mindful eating) y del eje del intestino-cerebro (que influyen directamente en las emociones), aprendemos a ver la comida como un espejo, la mente como un aliado, las emociones como expresiones y apreciar los aprendizajes del presente.
Dejar atrás la cultura de dieta y gordofobia implica una mirada muy honesta y humilde a nuestra cultura, sus prácticas opresivas y la discriminación para relacionarnos de forma diferente con nuestro cuerpo y la comida.
El acto de comer es una expresión de lo que experimentas en tu presente (sin juicio), la cultura y el mundo, usándolo como forma de castigo no es una opción. El comer es parte de nuestra experiencia humana y mientras que puedes favorecer dentro de lo posible (incluyendo privilegios, prioridades y niveles de estrés) la comida cercana a la tierra y local; debido a que no somos robots (ni queremos serlo), también incluimos comida emocional, cultural y social (que incluye comida procesada).

¿Por qué la espiritualidad importa?
Nos ha sido imposible cosechar la humildad y la confianza cuando el ego y el control mandan. Así que en aprender a dejar ir, el desarrollo de una relación con algo más grande que nuestras mentes y la apertura al inmenso mundo que nos rodea se convierte no sólo es algo lindo, sino una necesidad para sanar.
La única manera de dejar de abusar de la mente (que sucede cuando la usamos para controlar, predecir el futuro, encontrar seguridad/confianza) es aprender a usarla sin llevarla a esos extremos y agotarla hasta el punto donde está confundida, obsesionada y pegajosa.
No tenemos control en la vida; nosotros meramente respondemos con intenciones, y esto requiere soltar y confiar.
No predecimos el futuro; tenemos expectativas, a las que a veces nos atamos y tenemos pataletas como no van a nuestra manera. No hacemos las cosas perfectas; podemos cambiarlas, sin necesidad de clasificarlas como bueno o malo, sino escuchando la experiencia. No estamos separados del mundo (esto es una ilusión óptica); somos parte de algo más grande.
La espiritualidad se desarrolla de muchas maneras diferentes y tiene muchos nombres como Naturaleza, Madre Tierra, Unidad, Origen, Dios, Diosa, Religión o Iluminación. El punto es que si se basa en compasión, humildad y fe, es el mismo camino. Por lo tanto, la única manera de estar libre de la obsesión es aprender a usar la mente, no abusar de ella y alimentar lo que la mente está tratando de lograr, que no le pertenece a ella. Le pertenece al espíritu, que muchas veces hemos abandonado en nuestras vidas.
Si necesitas ayuda con cualquiera de estos pilares mi equipo y yo estamos aquí para ayudarte a sanar y vivir en paz contigo y tu mente.
Si quieres contenido más slow, profundo y comunidad mi Patreon de minimalismo, espiritualidad y ego te ofrece podcast, regalos y ejercicios en forma de membresías. Apoyas mi trabajo y me permites seguir creando proyectos en diversas plataformas.
He lanzado un acompañamiento grupal donde trabajaremos la mente a través del trabajo de ego de forma profunda.