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  • Foto del escritorVeronica Morera

Del adultrocentrismo al infantocentrismo: crianza que niega la unidad y autocompasión

La crianza respetuosa se vive como un movimiento que busca respetar los derechos de los bebés y niños. Busca que sean tratados y vistos como seres vivos dignos, de igual manera que los adultos. Y muchos en crianza respetuosa hemos fallado en ello.





Decimos que criamos de manera respetuosa, pero realmente lo que hay es un vaivén del ego y el centrismo que se ha ido de un extremo a otro, en la misma versión de derechos no equitativos pero ahora visibles en el negar las necesidades y respeto del adulto y la unidad familiar, y sustituirla por la obsesión por el niño, especialmente la permanencia de su "felicidad" y sensación permanente de seguridad, criando posiblemente adultos con poca resilencia ante miedo e incertidumbre y un apego ansioso con pataletas cuando se de cuenta que el mundo no revuelve alrededor de sí mismo.


Se ha hecho bastante popular confundir amor con el negar la variabilidad en crianza, pathologize (convertir en patalogias o peligro) emociones dolorosas (incluyendo el llanto), pathologize estrés y volver a sacar la opresión de la mujer desde el sacrificio y entrega de su ser y salud mental por el "bienestar" de su cria, una visión basada en la sobrevivencia de la próxima generación a toda costa y fácil de que resuene con muchos.


Podemos decir que NO practicamos una crianza respetuosa con la unidad familiar y practicamos infantocentrismo con falta de respeto por un yo-nosotros cuando:


  • Baso la toma de decisiones en crianza en torno a evitar la culpa.

  • Siento ansiedad excesiva si pienso que mi hijx puede llorar o "pasarla mal".

  • Siento culpa excesiva y diaria ante no poder alcanzar o mantener estándares de ego en maternidad.

  • Veo como una patología cualquier estrés o llorar en mi hijx.

  • Cuando mi hijx experimenta dolor le victimizo como que sufre y pobreciteo (llamo "pobrecito") sin realmente ofrecer calma ni herramientas para atravesar, sino para quitar o prevenir a toda costa el llanto.

  • Tengo como objetivo controlar las emociones de mi hijx, versus responderle a sus emociones, respetando su autonomía a sentir y relaciones bidireccionales.

  • Imposición de felicidad continua hacia el/la hijx.

  • Creo que el llanto no ha de ocurrir nunca.

  • Mi hijx se estresa aún más por mi estrés ante su estrés que un espacio seguro dónde poder doler.

  • Tengo heridas y traumas de mi propia crianza (o de otros cercanos) que no he sanado (ej. heridas con mi propia mamá).

  • Practico perfeccionismo maladaptativo en otras áreas de mi vida (ej. comer saludable).

  • Considero conocer cómo otros "deberían" criar.

  • Juzgo con fervor aquellos que no crian como yo quiero.

  • Creo que todos tienen la habilidad, circunstancia y oportunidad para criar con respeto.

  • Juzgo y promuevo el castigo, burla y odio hacia la manera de criar en otros tiempos o culturas.

  • Enseñar desde culpa e insultos a otros que no crian de manera respetuosa.

  • Considerar a mi hijx como una ser separado de mi y de otros, merecedor de respeto a toda costa (la incoherencia de me falto el respeto para respetar a otro), alejando la idea de unidad familiar, comunidad y un nosotros para colocar al hijx como la "excepción" ante abuso.

  • Creo que hay una manera de criar perfecta y óptima transferible a todos y a sostener desde permanencia (poca o cero flexibilidad).





El bienestar de un individuo es el bienestar de todos. Este es el fundamento de una crianza respetuosa que cree en derechos y respeto no-perfeccionista sino oportuno y dependiente de las herramientas y salud de la unidad y comunidad completa. En crianza es la tribu desde respeto hacia si misma (empezando por auto-compasión y autocuidado) que brinda un entorno seguro (y a la vez perfectamente imperfecto), favoreciendo una resilencia natural (sin necesidad de "imponer" dificultades o dolor) y que a la vez se centra en un todo, versus un solo individuo por encima de otros.


Para trabajar crianza desde infantocentrismo camuflageada como crianza respetuosa necesitaré:


  • Sanar mis heridas de niña interior.

  • Trabajar compasión hacia el prójimo y reconocer mis privilegios de educación, salud y apoyo.

  • Cuidar muchisimo el consumo en redes sociales en temas de crianza.

  • Aprender a criar desde respeto no desde miedo.

  • Hacer trabajo de sombras.

  • Nutrir una tribu de mamas desde honestidad y respeto (cero juicios, más apoyo).

  • Aprender la diferencia entre llorar y abuso.

  • Educación acerca de estrés a lo largo de nuestras vidas y diferentes tipos (versus demonizar estrés).

  • Disminuir ego.


Sigamos aprendiendo todos juntos y trabajemos en el yo-nosotros gracias al ecosistema que somos.


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